A pesar de que el termómetro diga lo contrario, ya es otoño en Chile.
Podemos disfrutar de todas las variedades de zapallo (del que me he vuelto adicta debido a la dieta para cicatrizar mi úlcera gástrica).
La foto de arriba la saqué en marzo cuando Francisco hizo unos exquisitos zapallos redondos rellenos. Es una lástima que en las últimas semanas no he vuelto a encontrar de este color en la feria libre.
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