lunes, 21 de mayo de 2012

Vida

La semana pasada mi hija y yo (de 27 semanas de embarazo) tuvimos un gran accidente en la carretera. Debido a una falla mecánica terminamos totalmente volcadas y el auto con pérdida total. Pudimos haber muerto y en vez de eso I. salió ilesa, el líquido amniótico y plancenta de C. están ok y yo sólo tengo un hematoma en el codo izquierdo. Nada más. La vida es tan frágil. Todo puede cambiar en cuestión de segundos. Hay que disfrutar de las pequeñeces de cada día y agradecer el estar vivos y bien. En la noche, después de ese día agitado, fuimos a celebrar el cumpleaños de mi suegra. La vida continuaba y había que celebrar. I. colocó su mano sobre el merengue del pastel que hizo mi suegro para su señora. Al día siguiente F. se quedó en casa acompañándonos. I. ha estado con pesadillas post accidente, pero han ido disminuyendo con los días. Yo aún estoy en shock. Recién mañana se llevan el auto por lo del seguro y cada vez que salgo al patio a colgar ropa o a alimentar a los perros, lo veo y digo ¡Dios mío!

3 comentarios:

  1. Oh, I thing the angels have done a good job :-). Yes live can be short, so every day is the best, right?
    Coina from germany

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  2. Que miedo Ximena! gracias a Dios que están bien. Nosotros hace unas semanas también tuvimos un accidente en la carretera pero menos mal que tampoco nos pasó nada. Sofía iba durmiendo así que no se dio ni cuenta.
    Espero que Inés se sienta mejor pronto y se le pase el susto, pobrecita tan pequeña...

    Cariños.

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